26 octubre, 2006

Historia mínima

Una breve historia para sacar alguna sonrisa (ciertamente, como dijo la sabia Paula, "la siguiente será mejor que la última"):

Unas botas que cogen agua en una semana de diluvio.

Un amigo que acepta ir a dar una vuelta de paso que buscas nuevas botas.

Una tienda especializada en equitación y depostes al aire libre.

Una dependienta poco satisfecha con su trabajo.

Un caballo de plástico a tamaño natural para mostrar sillas de montar, estribos, bocados y demás equipo.

Una pregunta: ¿el caballo tiene nombre?.

Una cara de perro.



Finalmente encontré las botas que quería. No sé si volveré a entrar en Montana alguna vez, pero si entro sé quien no me acompañará.

Saludos

No hay comentarios: