27 agosto, 2012

Buceando por Aldán

Una buena mañana, sin duda.



Una jornada de buceo en aguas cristalinas a la búsqueda de una cueva no cartografiada con un buen amigo. Unas risas y unos trozos de empanada de pan de millo para recuperar un poco del calor perdido y vuelta para casa.

Ahora a civilizarse un poco para ir a ver Prometheus al cine, que ya son horas, hombre.

La única pega: se me ha roto el talón de una de las aletas. Tiene mala pinta, pero es pronto para valorar si se pueden salvar. Por el momento me han servido para volver hasta el punto de partida, lo que no era poco camino.

No hay comentarios: