11 julio, 2012

Pinchazo inadvertido

Hacía una vida que no cogía la senda del Lagares con la bici, pero esta tarde estaba perrera y a última hora sentí la necesidad de salir de casa. Como llevaba pendiente de recoger un envío de Seur desde hace tiempo consulté en Google Maps y me fui con la bici al polígono de Fragosiño.

De vuelta en casa después de unas cuantas peripecias porque no encontraba la nave de Seur dejé la bici apoyada contra la estantería y cuando iba a la cocina a reponer líquido Bea me dice que la bici está pinchada, que oye el aire saliendo. Yo no oigo nada, pero estoy incluso más sordo de lo normal, desde que ha vuelto el tiempo de playa y de buceo así que le hago caso.
Efectivamente. ¡Rueda delantera pinchada!

Desmonto el neumático, encuentro la fuga con la clásica maniobra de inmersión en agua y saco el kit de reparación de pinchazos. Lijo la zona y desenrosco el adhesivo, pero el tubo está vacío. El pegamento se ha evaporado. ¡La tapa se rompió por la parte roscada y el tiempo y el contacto con la atmósfera se encargaron de dejarme en la estacada! Pero no hay problema, entre mis cosas de la bici hay una vieja cámara ya parcheada esperando un nuevo momento de gloria, así que la monto en la yanta y la hincho un poco para ir ajustando la posición del neumático. ¡Ahora incluso yo oigo el ruido del aire escapando de la cámara!
Menos mal que todo esto me ha pillado en casa, porque de ser en medio de la nada iba a pintar la cosa mucho peor.

Ya es tarde para ir a buscar recambios, de modo que habrá que dejarlo para mañana. Y de paso ir mirando precios para un nuevo neumático para la rueda delantera, que este ya tiene demasiada mala vida encima.

No hay comentarios: