02 junio, 2013

Dejarse los piños en Cuspedriños

Mientras disfrutaba, junto a mis padres, de Cuspedriños y su Feria Tradicional, papando unas viandas en el recinto del curro noté una piedra al masticar una empanadilla de bacalao, blandita y rica, que había preparado mi madre.
¡Que raro una piedra en una empanadilla de pescado! Si fuera de carne seguro que era el restillo de un hueso al partir la carne. Pero en el pescado no hay huesos.
Opté por buscarla con la lengua y escupirla, para protestar a la cocinera por sus métodos de higiene alimentaria y ahí que apareció el trozo.


No hace falta decir más. Se ve a la legua que eso es ¡Un trozo de muela! Búsqueda rápida con la lengua de nuevo y ya encuentro el boquete que ha dejado en el maxilar inferior. Menuda puñeta.

Ya estoy en casa (como cualquiera puede suponer por una foto con macro y regla graduada de aluminio) y Bea cree que tiene solución. Espero que sí, pero por el momento estoy un poco acongojado.
A ver qué opina la dentista.

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