12 noviembre, 2012

Bici en la UCI

Ya llevaba tiempo mostrando síntomas: el pedal derecho, más correctamente la biela derecha, se movía la zona del eje del pedalier. La cosa no pintaba bien, pero había tiempo para ir planificando la reparación.

¡Hasta el sábado pasado! Ese día subí en bici a comer en casa de mis padres. Subiendo por delante de Álvarez se oyó un ruido estruendoso que venía de las tripas del pedalier y a continuación una serie de gruñidos que se acallaron al pasar a una marcha más holgada y reducir la presión sobre el pedal.
Mi conclusión fue que se rompió la jaula de bolas del rodamiento del lado derecho del pedalier, haciendo que las bolas chocaran entre sí y rozasen con los restos de la jaula que andarán por ahí, dentro de ese rodamiento sellado.

Hoy, confiado de mi, decidí tentar al diablo y volver a subir en bici a comer con mis padres. La cosa no fue bien, y el ruido apareció unas cuantas veces acompañado de algún otro crujido sonoro y roces varios. Al bajar se notaba como los dos pedales iban bailando en cuanto metía algo de carga.
Controlando las marchas y aprovechando las cortas conseguí llegar a casa sin descalabrarme en el camino, pero ya quedó claro que la bici se queda aparcada hasta sustituir el pedalier.

El primer paso está dado: una llave allen de 8 mm (2,45€ en mi ferretería de confianza) para sacar los tornillos de las bielas y un extractor de bielas (6,99€ en Sport Zone) muy bien elegido, comparado con los precios de herramientas idénticas en Bici O Con.

Llave Allen de 8 mm, 2,45€ en mi ferretería de confianza

Extractor de bielas marca Berg, 6,99€

Por internet he encargado la llave para sacar el pedalier (6,50€) y luego habrá que encontrar un pedalier nuevo, pero para eso habrá que medirlo bien, porque la variedad en ese mundo es enorme.
Espero no pasar más de una semana sin bici, pero hay que ser pacientes y dejar que la convaleciente evolucione como sea menester. Lo que es seguro es que todavía le queda mucho que corretear.

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