Esta vez he caído, pero prometo no volver a dejarme embelesar por los colores brillantes de estos trastos.
Hace ya tiempo que estaba con la idea de hacerme con un mosquetón "not for climbing" (como indica uno de los fotografiados) para enganchar la cantimplora al asa de la mochila con facilidad, de modo que aprovechando que pasaba por una ferretería pregunté por el precio -3 euros- me dijeron. No encontré lo que quería, pero me llevé el mosquetón.
En la siguiente ferretería que visité encontré lo que buscaba y mientras pasaba por caja vi un mostrador con más de estos psicodélicos llaveros. Pregunto y me dicen amablemente -1'75. ¿Te gusta de algún color especial?- De color pardillo, me callé de soltar, y me llevé uno.
Ayer me acerqué a una gran superficie con intención de comprar algunos vicios para la despensa y, principalmente, para estirar las piernas. Pululando por ferretería noto esos brillos metalizados desde lo alto de la estantería. Desde dentro del envase transparente llamaba mi atención un grupo de mosquetones, todos ellos a 1 euro. Al final me llevé dos, además del cabreo y la sensación de tomadura de pelo. Por cierto, en la caja pasaron dos veces los gusanitos que me llevaba, pero, además de que me enteré muy tarde, eso supuso solamente 39 céntimos, que no considero un timo en absoluto, comparado con lo que he vivido estos días.
Si os aburrís intentad acertar el precio de cada uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario