Mientras medio Vigo estaba reconquistando la ciudad a los franceses un año más, un pequeño nativo trataba también de vencer a unos invasores en un lugar algo más apartado del centro urbano.
Una ardilla se la jugaba asaltando los nidos de cotorras en Mirambel, tratando de conseguir proteínas rápidas empaquetadas en forma de huevo.
La naturaleza es sorprendente.
Una ardilla se la jugaba asaltando los nidos de cotorras en Mirambel, tratando de conseguir proteínas rápidas empaquetadas en forma de huevo.
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