Se ha roto la cadena justo cuando llegaba a la plaza de Independencia, camino de la Panadería Zaragoza, en la calle Zaragoza, número 13 (los mejores croasanes de la ciudad, para mi y para Bea).
Como los croasanes tiran mucho seguí con la bici en la mano, después de recoger la cadena del suelo, y llegué a por el acompañamiento del desayuno. Después bajé en modo carrilana hasta que acabó la cuesta y vuelta a patear hasta casa.
Ahora a disfrutar del finde y a reparar la bici para tratar de recuperar un poco de fondo físico.
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