Hacía tiempo, mucho tiempo, que no nos juntábamos Fran, Hugo y yo para echar unos tiros en una canasta de baloncesto. Pero eso ya quedó solucionado esta mañana, cuando ocupamos una de las canchas de Samil para jugar al 21 y pachanguitas de uno contra dos, como viene siendo tradición en nuestras escasas quedadas baloncestísticas.
Fran ganó dos 21, Hugo uno y yo otro. Lo más sorprendente es que Fran también ganó una pachanga contra el equipo Hugo/Edu con un sorprendente 7-2, en un partido a 6 puntos. El truco fue una potra enorme en tiro exterior, con un triple en una jugada, seguida de un mal ataque nuestro y otra canasta exterior en el siguiente ataque de Fran. ¡Olé por él!
Yo por mi parte casi remonto un 6-0 que llevaba en un partido a 8 puntos, pero al final no pude ponerme por delante y perdí 8-6. Una pena.
Bueno, yo me lo pasé fenomenal, y aunque las agujetas ya empiezan a hacerse notar lo cierto es que creo que no habría que esperar tanto como esta última vez para repetir.
Será cosa de que el tiempo acompañe.
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