Desde que tengo memoria no recuerdo haber ido nunca de compras el primer día de rebajas. Los que me conocéis ya sabéis que no soy un preocupado de las tendencias y la ropa para gente de mi calaña no suele ofertarse.
Y sin embargo esta mañana; y por mañana me refiero a muy de mañana, a eso de las 7:15; me he comprado unas cuantas camisetas de esas estilosas que habitualmente luzco. El mérito: de Zara online y de Bea, que dijo que iba a mirar no-se-qué y resultó que se iba de tiendas aún antes de pasar por la ducha. Sorprendentemente no fue la única, o eso pensé yo después de descubrir que la mayoría de los productos ofertados ya se encontraban sin existencias.
Que curioso mundo en el que vivimos.
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