03 julio, 2013

Visita a la Feria del Libro


Estaba saliente de noche y tenía la tarde libre, para adaptarme momentáneamente a la vida normal. Me apetecía helado con tortitas y de paso que cogía la bici para ir a Urzaiz al sitio de los helados me pasé por la Feria del Libro (39 edición), como es tradición.

Mucha novela de intriga vacía tipo el tipo ese que escribe del Vaticano. Muy poca ciencia ficción, aunque había algo a buen precio (5 €), pero eran enésimas partes de novelas de los tiempos dorados del género, de esas que ya nunca encontrarás en una librería. Difícil empezar una historia por su cuarta parte, cuando la que recibió los grandes premios (Hugo y Nébula) fue escrita hace más de 20 años.

Sigo sigo y parece que me voy de vacío, pero me encuentro con un pequeño grupo de libros de divulgación en el penúltimo stand. Lomo rojo con "La tabla periódica" en blanco cursiva mayúscula. Por subtítulo "La curiosa historia de los elementos". Imposible resistir un grito así. Decido que antes de emocionarme pasaré por casa a consultar en interné las críticas. El tochito no parece barato y últimamente me he llevado algún chasco divulgativo. Al pasar la última caseta me acuerdo de que mi teléfono tiene conexión a internet y me escondo en una entrada del parque a buscar información. Los primeros resultados son de Amazon, pero luego aparece una crítica que menciona algo de "título tan extremadamente anodino". Enlazo y leo. Era uno de esos trucos para el despiste. El libro parece de lo más interesante, y el comentario viene de alguien que ¡Tiene un libro favorito de divulgación química! ¡Ya no hay duda!.

Aqui estoy en casa con 24'50€ menos y un libro que me llama cada vez que miro hacia su esquina en la mesa. Intentaré no fallarle, pero hace tiempo que tengo un poco oxidado eso de leer por placer. Aunque si lo pienso no termino de entender por qué.

Por cierto. Para cenar toca tortitas con helado, que no me había olvidado.

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