Botas nuevas

Hoy por la tarde libraba en Povisa y aproveché para comer con Bea en el restaurante japonés Vigo Kyoto. No fue barato, pero llevaba tiempo con ganas de pescado crudo. Cosas que tiene uno.

Después dejé a Bea camino del hospital y me vine para casa caminando por el casco vello. Al pasar por delante de Terra me dije que por qué no entrar a mirar si tenían alguna bota de invierno todavía en almacén. ¡Sorpresón! Mis queridas Bestard Breithorn Lite rebajadas a 139,90€. Solamente les quedaban los números 46 y 46 1/2. Me probé el 46 1/2 y aunque me entraba lo noté algo justo, y eso que llevaba calcetines finos. Una pena.
Me vine a casa pensando en si forzar y llevármelas. El descuento de 60€ no era como para dejarlo pasar. Al entrar cojo mis botas, que estaban aireando, descansando de la última pateada, miro en la lengüeta y resulta que son precisamente unas 46 1/2.
Acelerado busco el número de Terra y les llamo para que me las guarden, no vaya a ser que en los 5 minutos que me lleva llegar hasta allí se me vayan a escapar.

A veces me da la impresión de que es como uno de esos juegos en los que tienes que ir completando tu equipo de aventurero, donde a veces tienes la desgracia de que tu querido GPS se estropee al caer en una de las misiones mientras que otras inicias una exploración y te topas con unas botas nuevas tiradas de precio.
No se si se nota pero boto de alegría.

Ahora a esperar para probarlas, aunque parece que queda mucho para las lluvias.
Todo sea cosa de buscárselas.