Me ha dado fuerte por la combinación bici+natación ahora que los días ya duran lo suficiente como para sacarle algo de partida a última hora de la tarde-noche.
Decidí que era hora de empezar a hacer algo de ejercicio el domingo de hace dos semanas, de modo que me animé a coger la bici por la senda del agua. El lunes me fui hasta la playa a nadar un poco y me gustó. Tanto que cogí la bici todos los días, salvo el viernes, y el sábado, que fui a patear con la familia, aunque uno de los días fuera para ir a Cabral a darle un agua, que estaba echa unos zorros del polvo y la arena.
Sigue pendiente el cambio de la cadena, pero por el momento va tirando, nunca mejor dicho.
Los tiempos de los recorridos en bici fueron:
Ida a la playa del Vao
Distancia total: 7,88 Km
Tiempo empleado: 0:25:26
Velocidad media: 18,6 Km/h
La excusa para este mal tiempo es que había ordas de fanáticos celestes circulando hacia Balaidos. Bueno, lo de circulando es una expresión. Lo más correcto sería decir ocupando la Avenida de la Florida en procesión. Para que luego digan que las bicicletas entorpecen el tráfico.
Vuelta de la playa del Vao
Distancia total: 7,53 Km
Tiempo empleado: 0:21:19
Velocidad media: 21,2 Km/h
Si a esto le añadimos que nadé más de 1 Km parece que la puesta en forma preveraniega debería ir viento en popa, sin embargo no es el caso. Tal vez el bol de medio kilo de macarrones tenga algo que decir al respecto.
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