Ayer monté mi primer árbol de Navidad por piezas. Fue en casa de Mané (la hermana de Bea) y todo comenzó con el típico comentario "Ahora que tenemos aquí al ingeniero ...". Me piqué para montar la base, pero luego la cosa siguió y siguió y terminé con una enana cogida en colo para que pudiese colgar el adorno de turno en la rama más alta del árbol.
La verdad es que lo pasé genial y me llené de espíritu arboril, que quería compartir.
Buscando alguna foto para acompañar mis meditaciones apareció la típica web de granjeros -a ellos no les gusta que les llamen productores- de árboles de Navidad, la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
Desde su portal puedes informarte de los peligros de los árboles falsos de Navidad (malditos chinos), que fueron inventados por un fabricante de escobillas de váter, seguro que para hacer que con la oscura intención de llenar de po-po la Navidad de las familias de bien (que vale que lo inventó un yankee, pero seguro que de ancestros chinos, el cabronazo).
También puedes colaborar con el programa Árboles para las tropas, que envían por correo árboles de los de verdad a esos pobres soldados, que llegan cansados al barracón después de pasar el día asesinando a todo lo que se le pone a tiro. Los pobres chicos necesitan un descanso, y que mejor que un buen árbol americano para recordarles por qué luchan (aunque también hay algún granjero canadiense en la asociación, pero son canadienses que nunca contratarían para sus granjas a desertores del servicio militar).
Muy instructiva resulta la sección de tipos de árboles de Navidad, donde he tranquilizado mi conciencia para la próxima vez que suelte un "Es un árbol de Navidad" al encontrar cualquier cosa en el monte que tenga forma de cono, porque efectivamente cualquier especie de árbol con una forma mínimamente adecuada puede ser podado para que adopte el típico aspecto de árbol de Navidad (por cierto, que parece ser que allá por los años 50, cuando aparecieron los primeros árboles falsos, los "real trees" no se podaban, como cuenta la Wikipedia, resultando una cosa más bien feucha).
Si habeis descubierto vuestra pasión con este post os recomiendo el Magazine Americano de los Árboles de Navidad, que por sólo 62 dolaracos anuales os contará TODO lo que se cuece en este turbulento mundo de los árboles de Navidad, además podreis dar un poco de glamour a vuestro revistero (o a la caja del gato) con el careto de los Bush.
Por si a alguien le flojea el detector de sarcasmo solamente decir "take it easy, my friend".
Un saludo y feliz árbol
La verdad es que lo pasé genial y me llené de espíritu arboril, que quería compartir.
Buscando alguna foto para acompañar mis meditaciones apareció la típica web de granjeros -a ellos no les gusta que les llamen productores- de árboles de Navidad, la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
Desde su portal puedes informarte de los peligros de los árboles falsos de Navidad (malditos chinos), que fueron inventados por un fabricante de escobillas de váter, seguro que para hacer que con la oscura intención de llenar de po-po la Navidad de las familias de bien (que vale que lo inventó un yankee, pero seguro que de ancestros chinos, el cabronazo).
También puedes colaborar con el programa Árboles para las tropas, que envían por correo árboles de los de verdad a esos pobres soldados, que llegan cansados al barracón después de pasar el día asesinando a todo lo que se le pone a tiro. Los pobres chicos necesitan un descanso, y que mejor que un buen árbol americano para recordarles por qué luchan (aunque también hay algún granjero canadiense en la asociación, pero son canadienses que nunca contratarían para sus granjas a desertores del servicio militar).
Muy instructiva resulta la sección de tipos de árboles de Navidad, donde he tranquilizado mi conciencia para la próxima vez que suelte un "Es un árbol de Navidad" al encontrar cualquier cosa en el monte que tenga forma de cono, porque efectivamente cualquier especie de árbol con una forma mínimamente adecuada puede ser podado para que adopte el típico aspecto de árbol de Navidad (por cierto, que parece ser que allá por los años 50, cuando aparecieron los primeros árboles falsos, los "real trees" no se podaban, como cuenta la Wikipedia, resultando una cosa más bien feucha).
Si habeis descubierto vuestra pasión con este post os recomiendo el Magazine Americano de los Árboles de Navidad, que por sólo 62 dolaracos anuales os contará TODO lo que se cuece en este turbulento mundo de los árboles de Navidad, además podreis dar un poco de glamour a vuestro revistero (o a la caja del gato) con el careto de los Bush.
Por si a alguien le flojea el detector de sarcasmo solamente decir "take it easy, my friend".
Un saludo y feliz árbol
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